Termina el verano y llega el momento de limpiar el aire acondicionado. Justo en esta época, muchos de los aparatos dejan de funcionar hasta el año siguiente. Otros, tendrán unas semanas de descanso esperando a que comience el frío.
Durante este período, nuestros técnicos aprovechan el parón con el fin de llevar a cabo algunas tareas de mantenimiento preventivo. Por ejemplo, pueden limpiar los filtros del aire acondicionado o colocar unos nuevos para que la máquina trabaje a plena potencia la próxima vez que se encienda.
Por qué debes limpiar el aire acondicionado después del verano
El aire acondicionado de un restaurante o de cualquier local relacionado con la hostelería ha estado funcionando a diario por horas durante el verano.
En esta época, miles de personas han ido a los locales y todo el aire ha pasado por el filtro de la máquina, así que es normal que esté bastante sucio. Si no se cambia, puede llegar a provocar problemas respiratorios a clientes y trabajadores.
Pero no hay que olvidar la eficiencia energética: un filtro muy sucio demanda más potencia del aire acondicionado y eso se traduce en un mayor consumo de energía y una factura más elevada.
Cómo limpiar el aire acondicionado
Dentro del manual de la máquina hay instrucciones sobre cómo limpiar el aire acondicionado, aunque existen ciertas acciones que es mejor es que las lleve a cabo un técnico, ya que requieren acceder a ciertas partes de la máquina más delicadas. Sin embargo, estas son dos acciones que pueden llevar a cabo los usuarios y mejorarán el confort de la estancia:
Cambio de filtros
La primera tarea siempre tiene que ver con los filtros. Deben limpiarse periódicamente, con mayor frecuencia según la carga de trabajo del equipo. Tras varios lavados se irán desgastando y lo mejor es sustituirlos por unos nuevos.
Esto asegura que la calidad del aire sea óptima en cuanto se encienda el aparato otra vez, y evita que se concentren las bacterias.
Limpieza de la unidad exterior
Al encontrarse a la intemperie, es fácil que se acumule suciedad en la unidad exterior del equipo. Una unidad sucia conlleva una reducción del rendimiento del equipo, y por tanto un mayor consumo.
Limpiar el aire acondicionado es una tarea imprescindible. Siempre conviene seguir las instrucciones del fabricante a la hora de hacerlo, pero al menos hay que realizar un mantenimiento profundo justo después del verano, cuando la máquina comienza su periodo de descanso.